Maternidad y COVID-19

Hoy por hoy todos enfrentamos el miedo colectivo a contagiarnos y ser parte de la cifra de casos que a diario crece, y aunque las medidas disponibles y necesarias están siendo tomadas, sigue siendo responsabilidad de todos mantenernos al margen con los hábitos que debemos reforzar para hacer de nuestro entorno un espacio seguro.

Existen un sin fin de emociones que para muchos es primera vez que experimentamos, y nos asusta notar como las mismas controlan nuestra manera de comportarnos con nosotros mismos y con nuestro alrededor. Se trata por supuesto del impacto real que ha tenido el COVID-19 en la salud mental del ser humano, y cómo ha sido un desafío silencioso y particular para quienes hoy en día se encuentran viviendo la maternidad dentro de la pandemia y sus limitaciones.

Mantenernos aislados socialmente, adaptar nuestro rol laboral al home-office, entender las alternativas modernas para la educación de nuestros hijos en casa, el acceso restringido a actividades al aire libre, etc. determina una disposición que como adultos (la mayoría del tiempo) entendemos, pero que al ser llevada al espectro más inocente desde el cual los niños intentan comprender las cosas, refiere un desafío adicional que trae consigo nuevos miedos, frustraciones e inseguridades para los padres, sobre todo para el rol del que se apropia la mujer en su exploración de la maternidad.

Una mujer trabajadora en su afán de manejar de forma óptima cada situación que pudiese presentarse, puede experimentar niveles de angustia y frustración poco saludables, al verle la cara al conglomerado de roles que necesita asumir cuando intenta adaptar su rutina laboral a la dinámica del hogar.

Comprender que solventar problemas técnicos en el marco de las clases virtuales de sus hijos requiere de más tiempo del que tiene, y aprender a vivir con la incertidumbre que generan las circunstancias actuales con respecto a proyectos familiares a corto, largo o mediano plazo, es un proceso de introspección para el cual muchas mujeres no estaban preparadas, lo cual resulta alarmante debido a los bajos niveles de bienestar que diversas mujeres expresan sentir en la actualidad. Ello solo demuestra que el impacto que tiene el COVID-19, nos afecta a todos en las distintas áreas en las que nos desempeñamos, evidenciando de igual manera que nuestra sociedad necesita más fuentes de orientación para un manejo de crisis, emociones y situaciones de riesgo, apropiado.

Como un espacio en donde siempre trabajamos en pro a brindar herramientas necesarias para la educación y el fortalecimiento de la salud mental de nuestra comunidad, queremos guiarte a ti, una mujer extraordinaria, en el proceso de encontrar tu libertad al hablar sobre tus miedos, malestares y frustraciones, sin temor a ser juzgada o silenciada.

Tus sentimientos no deben ser tomados por sentado. Expresarte y que te escuchen es necesario y es tu derecho.

Somos seres únicos, y como mujeres, lo que queremos: podemos.